Squad

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Squad nace en medio de la ebullición de la escena thrash metal santiaguina, en septiembre de 1987, gracias a la amistad entre Christián Castro (Chris Squad) y Rodrigo ‘Pera’ Cuadra (Dorso). Son varias las fuentes que señalan que la idea de formar una banda crossover, entre estos personajes, surge en la casa de Marco Cusatto (Rust, Warpath, The Fallacy), cuando alguien entre el grupo de amigos que asistían a los ensayos de Warpath, le sugiere a Chris que arme una banda. Entusiasmado, Chris decide hablar con el Pera y su hermano, Marcelo Castro, dejando arreglada la primera formación que lo situaría a él en guitarra y voz, a Pera en la batería y a Marcelo ‘Peep’ Castro en bajo.

La casa de Marcos Cusatto no sólo pasó a ser la sala de ensayo de la banda por un tiempo, sino que también fue el lugar en donde grabaron el rehearsal titulado Noisy Noise.
Su debut en la escena santiaguina fue el 9 de enero de 1988, oportunidad en que telonearon a Pentagram en el mítico Manuel Plaza. En ese mismo año Chris Castro dejará la banda: era mayor que los otros integrantes del grupo y la necesidad de trabajar lo superó en esos minutos. Pasa a reemplazarlo en voz Andrés ‘Flack’ Sáez, quien, junto a la formación original, entrará al estudio E. Budd, a grabar el connotado Gallinazeous Death. Para la instancia Pera Cuadra tocó el bajo y Alex Sante (posterior Warpath) pasó a la batería. Según Maximiliano Sánchez Gallinazeous Death, no solo innovó por ser el primer casete que se imprimió en color dentro del circuito de la escena thrash metal, sino sobre todo, la gran innovación se debió al introducir el ‘proto crossover’ en la escena santiaguina.

En cuanto a las letras de las canciones, es necesario destacar dos temas que pasaron a ser himnos que acrecentaron y perfilaron la estética y ética de la escena. Por un lado “Muerte a los Hippies” y por otro, la canción “Cuma Aggressor”, la que pasó a mitificar uno de los conflictos que ayudaron a socavar a la primera ola del thrash metal en Chile. Si bien, tanto los hippies, como los posers, los thrushers y los cumas fueron personajes que no eran bienvenidos en la escena, la canción de Squad se escribe bajo un contexto lejano a las rutas típicas de los thrashers, como lo eran el Paseo las Palmas, el Manuel Plaza o la Sala Lautaro. Una noche carreteaban medios borrachos en las calles de Bellavista Chris junto a Pera, cuando un ‘Cuma’, sin mediar aviso y sin motivos aparentes, muele a golpes al Pera. Es ese hecho el que se relata en la canción y que, gracias a las vicisitudes de la interpretación, pasó a la historia de una forma tergiversada que, aunque errónea, se alineó perfectamente en el contexto de las agresiones y violencia generalizada hallada en los recitales, en donde sin motivo alguno, hordas de thrashers entraban a los baños de los locales para destrozarlos y lo que es peor, llenaban a las bandas de sus pares con escupitajos.

Relacionado a la escritura de las letras, Pera será uno de los letristas más connotados, dando cuenta de ello sobre todo en Dorso, al introducir la novedad a través de vivencias personales empapadas de surrealismo, gore y una diversidad de influencias que no provenían de las referencias usuales dentro de la escena del thrash metal.
Como la mayoría de las bandas de la primera oleada del thrash metal en Chile, Squad se disolverá a fines de los ochenta, volviendo a las pistas sólo a mediados de los noventa cuando Chris Castro decide retomar la batuta para volver a buscar músicos que interpretaran los míticos temas de la banda.